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Fundación de la asociación del Tibidabo

Tibidabo Events • 12 de marzo de 2019

En 1901 se asentarón las bases de la sociedad Montaña del Tibidabo como parque lúdico,
finalmente llegó el tranvia y el funicular por primera vez

En la montaña del Tibidabo, en 1891, había sólo dos construcciones no residenciales: la capilla–ermita inaugurada
en 1886 y el pabellón–mirador de la reina regente, inaugurado en 1888. La voluntad de algunos inversores y
promotores, como el farmacéutico Salvador Andreu i Grau, de urbanizar la montaña, no se materializó hasta 1899 con la
creación de la Sociedad Anónima del Tibidabo, cuyo consejo de administración estaba formado por los prohombres más
influyentes de la época, como Ròmul Bosch, Francesc Simó, Román Macaya, Teodor Roviralta y Josep Garí entre otros.

Esta sociedad, con un capital de un millón de pesetas, desempeñó un papel fundamental para establecer una mejor
comunicación con la cumbre del Tibidabo (inauguración del tranvía en 1901; inauguración del ferrocarril funicular en
1906), para crear un espacio lúdico – el parque de atracciones – y para firmar los acuerdos con la compañía Dos Rius, en 1902, a fin de edificar la Torre de las Aguas. Ya recordaba Torrecasana, en el establecimiento cedido a Mas, que las promociones inmobiliarias constituían el único medio para lograr que una de las compañías existentes en Barcelona en aquella época se comprometiera a distribuir el agua a la montaña. En este caso, la compañía fue Dos Rius y el arquitecto encargado del proyecto Josep Amargós.
Por Tibidabo Events 9 de octubre de 2020
La finca donde se encuentran los edificios, es el resultado de la división parcelaria que se efectuó en la hacienda Tibidabo en 1891. Se trataba de un terreno de propiedad de Hermenegildo de Torrescasana i de Rialp, quien, por razones económicas, decidió solicitar la división parcelaria del mismo y efectuar un establecimiento en enfiteusis de cada una de las seis parcelas que resultaronv de la división de la finca. Tal y como certifican las escrituras del establecimiento, los réditos anuales que obtenía Hermenegildo de Torrescasana eran totalmente insuficientes – 60 pesetas anuales – por una tierra boscosa y yerma. Torrescasana era consciente de que sus tierras presentaban limitaciones, debido a la falta de agua y, en consecuencia, sabía que le podían aportar una baja rentabilidad. A Agustí Mas le cedió en enfiteusis la parcela inscrita con la letra D, de 7.857,50 m de extensión, según un levantamiento que había efectuado el maestro de obras. En los contratos del establecimiento se menciona específicamente la obligación firme del comprador de invertir 2.000 pesetas en el plazo de un año. Según Torrescasana la finalidad del establecimiento estaba muy clara, en otras palabras se trataba de: procurar la construcción de casas o torres de recreo, si bien conoce que aquella finca y parte de la referida montaña tiene el gravísimo inconveniente de no conocerse ningún manantial de agua, ni ser fácil encontrarla abriendo pozo; máxime encontrándose aquella finca en parte tan elevada de la indicada montaña.
Mapa de parcelación original
Por Tibidabo Events 12 de marzo de 2019
Mapa de la parcelación original de Can Mas Tibidabo, fecha aproximada de construcción del año 1.936. En la edificación principal existen varias edificaciones anexas i singulares como un torreón (mirador) datado del 1.904.
Por Tibidabo Events 12 de marzo de 2019
La información que tenemos acerca del maestro de obras Agustí Mas es muy escasa. Sabemos que nació en 1846, que obtuvo el titulo de maestro de obras provisional en 1870 y de forma definitiva el 14 de septiembre de 1871. Resulta que estuvo en activo desde 1871 hasta 1918 y que realizó un cierto número de obras en los distritos de Sarrià, Sant Gervasi y Gràcia. A pesar de que durante esos años trabajó sin interrupción, en los años 1904, 1905 y 1906 presidió el Centro de Maestros de Obras de Barcelona y resulta que, en 1910 fue miembro de la junta. En 1916 el centro dejó definitivamente de existir. Obtuvo el título oficial el año en que, gracias a una de las moratorias establecidas bajo el gobierno de Sagasta, muchos estudiantes que no habían terminado los estudios (algunos de los cuales serán autores de una obra emblemática, como Rafael Guastavino) pudieron hacer un examen especial ante un tribunal compuesto por profesores de las antiguas escuelas de Maestros de Obras, o incluso de Arquitectura. Una descripción de la finca, que procede de una hipotecaformalizada ante notario el día 30 de septiembre de 1908, proporciona la siguiente información: Un edificio casa de bajos y un piso alto, con sobradillo, cubierto con tejado, que ocupa una superficie de trescientos metros cuadrados; una casita de bajos y un piso adosada al anterior en la parte Norte del mismo, de superficie treinta y seis metros cuadrados, destinada a habitación del colono, un edificio de bajos solamente adosado al propio edificio casa en su lado Sur, de superficie veintisiete metros cuadrados destinado a cochera y un pozo, con su bomba cisterna, cuartos para lavadero y coladas y otras obras accesorias o auxiliares, todas cuales construcciones y cualesquiera otras hechas actualmente o que en lo sucesivo se levanten (…/…). Estos datos, certificados ante notario al firmar la hipoteca, concedida por Dolors Calm i Torra, nos permiten extraer algunas estimaciones, que se corroboran en otro documento decisivo de la finca, datado de 1934, es decir el levantamiento del arquitecto Martorell, cuya precisión es impresionante.
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